Últimamente parece que estamos de enhorabuena respecto a los estudios procedentes de España, que es el país desde donde os escribimos. Y, curiosamente, el último estudio que os comentamos también hablaba sobre el cannabis o marihuana, pero aquella vez se trataba del uso de aceite de cannabis para tratar la fibromialgia, eliminando su componente psicoactivo. Esta vez no hablaremos de sus beneficios, sino precisamente de los males que puede provocar este componente, el tetrahidrocannabinol, pues se sabía que podía llegar a provocar algunos trastornos mentales por su abuso. Ahora ya sabemos como lo hace:
El origen de la esquizofrenia a nivel cerebral
El estudio, llevado a cabo por los investigadores del Consejo superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, y dirigido por Javier Garzón Niño, del Instituto Cajal, ha descubierto como los cannabinoides controlan la activación de algunas áreas nerviosas del cerebro. De igual forma, el consumo desordenado de la sustancia desactiva un mecanismo con más intensidad de la necesaria, dando lugar a los temidos trastornos mentales como pueden ser la esquizofrenia o la psicosis.
Existen factores genéticos que hacen a unos individuos más vulnerables que otros a la enfermedad, pero si nos fijamos en los factores ambientales o malos hábitos como es el consumo de cannabis u otras drogas, las cosas pueden acelerarse (e incluso aumentar su intensidad).
El papel del cannabis en la esquizofrenia
Esencialmente, el sistema cannabinoide endógeno que poseemos desde el nacimiento es bueno, ya que controla la unión del glutamato a su receptor NMDAR y da lugar a procesos neurológicos como son la memoria o el aprendizaje. Los cannabinoides inhiben este receptor, y así se mantiene todo el sistema en un equilibrio fisiológico sin alteraciones.
Sin embargo, como todo equilibrio, el sistema es delicado y tiene sus puntos débiles. Aquí es donde entran en juego los cannabinoides exógenos o externos, es decir, el abuso de la marihuana. Su consumo aumenta de forma desproporcionada la inhibición del receptor NMDAR del neurotransmisor glutamato, dando lugar a un mayor efecto de la dopamina de forma intensa, y finalmente provocando la psicosis.
Vía | CSIC.