lunes, 2 de abril de 2012

Respondiendo a una madre

     A continuación, os transcribo mi respuesta a una madre que me ha pedido consejo. Cambiando los nombres, la pongo aquí, ya que le he enviado mi respuesta en varias ocasiones y su correo me dice siempre que falla. Por lo tanto, y con el único objetivo de que le llegue la respuesta que me pidió, publico esto. mobico (6)
    "Hola Rafael:
Mi nombre es ------, soy madre de -------, hijo único que a la fecha cuenta con 24 años. Trataré de ser breve.
La adicción de -------- comenzó aproximadamente a la edad de 16 años, el camino que recorrimos ha sido largo y desgraciadamente, infructuoso.
Hemos pasado por Centros de Integración Juvenil (institución gubernamental dedicada a la lucha contra las adicciones acá en -------); médicos psiquiatras, orientación vocacional, incluso un internamiento en un centro cristiano contra las adicciones.....y nada.
En los últimos tiempos (hablo de aproximadamente un año y medio a la fecha) he sentido que no me queda más por hacer y he tratado de dejarle solo ya que he entendido que solucionarle hasta la necesidad básica de comida no le ayuda.

Desgraciadamente (como podrás entender) no puedo quedarme cruzada de brazos viendo cómo sigue haciéndose daño, hace poco me enteré que ahora inhala estimulantes (acá en mi pais se les llama "monas" a empapar un trapo de cualquier tipo de químicos que aturden el cerebro)
Cuando le pregunto que cómo está, qué quiere hacer, etc, siempre me dice que está bien, cuando le pregunto acerca de buscar trabajos, me miente, dice que ha ido aquí o allá y sé (hay personas que me dicen que no es verdad, aunque yo misma me doy cuenta, por supuesto).
En estos años traté de ayudarle, poniendo cuanto ha estado a mi alcance para que siguiera estudiando (varias veces empezó y todas acabó dejándolo), lo último fué el año pasado cuando estuvo trabajando conmigo (soy ----------------), pero casi invariablemente recibía llamadas de los clientes quejándose de que no se presentaba, cuando a mí me decía que sí había ido.
En fin, supongo que como mi historia habrá cientos, sólo quería dar un esbozo de lo que he vivido.
No sé qué más hacer ¿Le dejo solo? ¿Le propongo una vez más ayuda?....
Tengo miedo, ya que una chica que fué su novia (y que acabó dejándolo por los mismos problemas, pero que a la fecha sigue siendo su amiga) me ha contado que está triste, deprimido, dice que ha sido un estorbo para mí, que piensa en el suicidio...(tuve un hermano que sí lo hizo).
Pero al mismo tiempo también tengo miedo de hacer las mismas cosas con los mismos resultados, yo también estoy cansada de vivir las decepciones que trae cada nuevo intento, pero.... No puedo simplemente quedarme quieta y observar sin hacer nada.
Muchas gracias por la atención que te sirvas darle a esta carta. "
MI RESPUESTA FUE LA SIGUIENTE:
        Estimada ------, lo primero que me gustaría es felicitarte; sí, por tu preocupación, por tu insistencia, por tu constancia a pesar de las decepciones. Ciertamente esta actitud en ocasiones actúa en contra del adicto, ya que le resulta cómodo seguir con la adicción porque tiene sus necesidades básicas de comida y vestido resueltas, por lo que, aunque no lo parezca, no necesita cambiar. Así, es muy difícil ayudar al que no quiere que le ayuden, ni está motivado para cambiar.
     Pero bueno, como tú sigues empeñada en ayudar, vamos a ver que podemos hacer.
   En primer lugar, habría que descartar algún tipo de patología mental, ya que aunque no esté de base en el inicio, tantos años de consumo de tóxicos deterioran bastante el cerebro e incluso producen enfermedades mentales graves. A esto uno tu comentario de que ya en sus familiares directos hubo algún problema de salud mental que acabó en suicidio. Esto es interesante tenerlo en cuenta ya que puede indicar la posibilidad de una patología mental de base, que por supuesto habría que tratar de forma profesional, y quizá con medicación.
    En segundo lugar, comentas que últimamente está algo triste lo cual ya indica un cambio. Pero habría que indagar más, ya que puede ser simplemente una forma de jugar con vosotras para que no le apretéis más, para que sigáis manteniéndolo. Con el antecedente que tienes en tu hermano, sabe donde os puede hacer mella en vuestra voluntad.
       Pero también podría ser que realmente algo está pasando en su interior, todos los adictos tienen momentos de lucidez o crisis existencial; por lo que sería un momento ideal para ofrecer ayuda, que no para ayudar.  Sólo ofrecerla.  Él tendría que alargar la mano para aceptar la ayuda. (No sé si me explico bien). En un principio, nuestra misión es como la del vendedor de tienda, que está dispuesto a venderme lo que tiene, pero yo tengo que ir a la tienda y pagar por lo que quiero. (Entiendes el ejemplo)
    Dejar cualquier tipo de droga es un camino difícil y que requiere mucho esfuerzo, para lo cual se necesita mucha motivación, constancia, ánimo, y sobre todo, tomar la firme decisión de hacerlo. Esto es lo primero que hay que hablar con el adicto. Si él no toma la decisión, si él no está dispuesto a esforzarse para salir, a darlo todo por sí mismo, nada podemos hacer los demás por él. Hasta que esto ocurra, nuestra misión es más parecida a la de un tendero que a la de una madre.
     Las madres y los padres, somos sobreprotectores, intentamos evitar sufrimientos, les damos el pan antes de que tengan hambre, y esto no les motiva a esforzarse para conseguir alimento. El tendero por el contrario, lustra el producto, lo pone en bonitos escaparates para que se muestre vistoso, apetitoso, incluso nos lo da a probar, si nos acercamos lo suficiente, pero en pequeñísimas cantidades para que no nos saciemos, sino para que nos motivemos a seguir acercándonos, para que nos motivemos a realizar el esfuerzo que supone comprarlo. (Algo parecido a lo que tú haces a la hora de domar a los perros con aproximaciones sucesivas a la tarea que quieres que realicen, reforzando pero sin saciar). ¿Me explico bien?
   En definitiva, tendrás que quitarte el traje de madre y adoptar el de entrenadora de animales que tanto dominas. Este te ayudará a ver los objetivos a largo plazo, a no implicarte emocionalmente más de lo necesario, a trazar un plan realista y progresivo. Si consigues esta actitud, si tienes suficiente paciencia, si le muestras lo bueno de la vida sin adicciones, como hace el tendero, y realmente él está en un momento de crisis existencial y consigues llamar su atención, quizá el opte por pedir ayuda, por tomar las riendas de su vida y por decidir para luchar por esta.
   De lo contrario, como el tendero, sigue poniendo anuncios sin desánimo. Como hace la conocida marca de refrescos estadounidense, por Navidad, en el verano, en las fiestas... (¿me entiendes?).
    También pienso que debes ponerte de acuerdo en esta forma de actuar con la amiga de tu hijo. Puede ser una buena aliada para trabajar en este sentido. Además, compartir este peso también te vendrá muy bien a tí; que no se te olvide que tú debes cuidarte, quererte, seguir avanzando en tu vida. Además de madre, también eres mujer, persona. No dejes que tu vida sólo gire en torno a él. Cada uno debemos tomar las riendas de nuestra vida, y de ella somos responsables.
   En fin, estimada-------, espero haberte dado al menos una idea de por donde seguir trabajando. Me es difícil por los pocos datos que tengo de vuestro caso, pero, si te parece, podemos seguir en contacto. Puedes contar conmigo.  Aunque no todos los días podré contestarte enseguida, pero lo haré en el primer hueco que tenga.
   Un cordial saludo y muchísimo ánimo.











2 comentarios:

  1. abriendocaminosweb24 de junio de 2012, 18:48

    me parece muy ilustrativa esta carta de una madre. Y excelente la respuesta del terapeuta. Trabajo con grupos de familiares de adictos y es muy frecuente esta preocupacion y la necesidad de colmar y satisfacer al ser querido, por eso es muy interesante esta idea del tendedero, que permite una suerte de motivacion, posibilitando algo del deseo de ese sujeto, para que pueda encontrarle algun sentido a la vida diferente al del consumo...-abriendocaminosweb-

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario y mucho ánimo en tu trabajo, es una labor dura, pero muy, muy necesaria.

    ResponderEliminar